Cuando recién se cumplen cien años del primer conflicto que hizo tambalear la existencia del viejo continente, Ahora 100años pretende, eludiendo en todo momento nombrar explícitamente la contienda y sustituyendo los
motivos geopolíticos por los artísticos, desempolvar la memoria y despertarla conciencia de la fugacidad del bienestar y la seguridad frente a la barbarie.
 
A través de las vanguardias artísticas anteriores a la I Guerra Mundial, expresadas por medio de la danza y la música, se presentan los cuatro ámbitos geográficos principales del conflicto bélico: el germano, el francés, 
el austro-húngaro y el italiano. El actor relata los aspectos más característicos de cada ámbito estableciendo siempre un paralelismo con la sociedad actual de manera que el espectador se sienta identificado y no consiga discernir si el relato corresponde a los años anteriores ala Gran Guerra o al presente.
 

Descripción y estructura de la obra

La interpretación de la I Suite para violoncello de Max Reger compuesta en 1914 y clara representante de la estética expresionista alemana, preludia el primer monólogo en el que se describe la seguridad y el elitismo intelectual y cultural de la Alemania de preguerra.
 
El ambiente francés y más concretamente el parisino del mismo periodo es introducido por un pas de deux con música de Maurice Ravel, Passacaille del Trío en La menor, referente del impresionismo francés compuesto en 1914, a partir del cual el actor saborea sus desenfadados años a orillas del Sena. La danza final de La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky, emblema de los ballets rusos de Diaghilev, pone fin al relato parisiense para acercarnos a la cara oriental del viejo continente retratada en la obra de Zoltán Kodály Sonata op. 8 para cello solo. La música, la danza y las palabras del actor se van velando bajo el sonido del intonarumori, instrumento mediante el que los músicos futuristas italianos pretendían sustituir los timbres de los instrumentos tradicionales de la orquesta, hasta que el ruido tecnológico se transforma en el estruendo de la guerra sobrecogiendo a los intérpretes en una danza grotesca.